Ricardo Izecson 'Kaká' está dispuesto a aprovechar la última oportunidad que le queda para triunfar en el Real Madrid. Su continuidad en el conjunto blanco la próxima temporada va ligada a la llegada de Carlo Ancelotti al banquillo del Santiago Bernabéu. El jugador brasileño interpreta el posible fichaje del técnico italiano como un guiño del destino. El último tren que no puede perder si quiere r al Mundial de Brasil 2014.
El técnico italiano es la carta a la que fía toda su suerte Kaká. Tenía pensado buscar la mejor salida posible del Real Madrid pero la llegada de Ancelotti puede hacer que tanto él como el club varíen sus planes. Nadie conoce mejor al centrocampista brasileño que Ancelotti, con quien compartió seis temporadas en el Milan.
A sus órdenes, Kaká ofreció su mejor versión. La que le permitió convertirse en el mejor jugador del planeta en 2007, año en que ganaron juntos la última Champions que luce en las vitrinas del AC Milan. Fue el cénit en la carrera de 'Ricky', que se decidiría a abandonar el conjunto rossonero después rumbo al Real Madrid el 2 de junio de 2009. Un día antes, Ancelotti, que había sonado también como entrenador para el conjunto blanco, firmaba como técnico del Chelsea.
Los caminos que entonces se separaron pueden volver a cruzarse ahora, cuatro años después de que Florentino Pérez pagase 65 millones de euros por el traspaso Kaká. Firmó por seis temporadas, a razón de nueve millones de euros por cada una de ellas. Su rendimiento no estuvo nunca a la altura de esas cifras.
Tras una primera temporada discreta, tuvo que pasar por el quirófano para ser operado de una lesión en el menisco de la rodilla izquierda después del Mundial de Sudáfrica. Se le acusó de priorizar los intereses de la Canarinha por encima del Real Madrid, y desde entonces todo fue de mal en peor. Tras recuperarse de la lesión, su presencia en el equipo en la primera temporada de Mourinho fue testimonial. El técnico portugués intentó en vano recuperarle para la causa en la temporada 2011-2012. Dejó algunos destellos de su talento y esperanzó a los pocos que todavía creían en él, pero volvió a caer en desgracia al fallar su penalti ante el Bayern Munich.
Se habló de su salida en verano y también en el mercado invernal de 2013, pero no apareció ningún club dispuesto a pagar su elevadísima ficha. Ni el Milan ni ningún equipo europeo de los denominados nuevos ricos. Tampoco en Brasil o en la MLS estadounidense. Kaká se vio obligado a conformarse con disputar los minutos que le regalaba Mou de cuando en cuando. La mayoría de las veces no los aprovechó.
El precio que tuvo que pagar fue la no convocatoria para la Copa Confederaciones pese a la llegada a la Canarinha de Scolari, que contó con él en algunos amistosos. Su suerte parecía echada, pero Ancelotti puede cambiarla. ¿Será capaz el italiano recuperar a Kaká como futbolista en el Real Madrid?
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